ALMA
Vinos como versos que nacen de la tierra y cautivan el paladar. Vinos que son pura poesía y desvelan, con sus aromas, un arte que solo tiene Jerez. Un talento auténtico y real, heredado durante siglos por nuestra familia, para producir los mejores brandies y vinos del mundo. Porque Jerez es nuestra tierra.
Calurosa, tranquila y generosa. Con alma. Una tierra a la que nos hemos entregado con pasión, porque somos parte de una gran historia.
Un arte que ya es tradición, patrimonio cultural que revive en el Palacio Domecq, nuestro hogar desde 1885 y joya arquitectónica del barroco jerezano del siglo XVIII, con el que hemos sido durante más de tres siglos, legado vivo de Andalucía.